Todo cambió después de ti

A ti… En dónde quiera que te encuentres.

La vida solía ser muy linda a tu lado, solía ser, la mejor de las vidas. Contigo, a mi lado, no se sentía dolor ni tristeza porque todo lo convertías en felicidad. Los momentos que llegaban nunca se iban, siempre se guardaban en el rinconcito más pequeño de mi mente, pero no se iban, siempre permanecieron en el lugar que les di y que, por amor a ti, le puse nombre.

Nunca supe por qué estando contigo el tiempo se me iba, sentía que no disfrutaba lo suficiente, que necesitaba más y más horas para poder seguir compartiéndote mi vida y todo lo bonito que había en ella, casi tan bonito como tú. Siempre supe que contigo lo tenía todo, porque sentía amor y felicidad completa; pero cuando ya no estabas, sentí y supe que tú siempre fuiste ese todo, no lo que me dabas, si no, tú.

Mi vida corre, pero ya no de la misma forma. Corre en un sentido contrario, en un sentido que pensé que nunca correría, te extraño más que a nada, pero sé que estás bien. Casi siempre suelo sentirte, quiero hacerme entender que sí, que eres tú haciéndome saber que nunca te has ido, y que has estado presente en cada momento feliz. A ti, te veía y creía que te tendría toda una vida para disfrutarte, pero no fue así.

Te extraño en los cumpleaños, en las navidades y en el año nuevo, te extraño siempre que suelo sentarme a ver las estrellas, te he extrañado cada segundo en el que no has estado y eso, no sé cómo arreglarlo. Ven, ven y enséñame cómo hacer para no querer tenerte aquí, conmigo, ven y ayúdame a sanar todo esto que dejaste, ven y ayúdame a reparar lo que rompiste, porque, aunque no lo creas, solamente eres tú quién lo puede arreglar.  A ti, siempre te tengo conmigo, a ti, en todo momento te recuerdo, pero le pido al universo, a Dios y a la vida, que donde quiera que estés, tú, también te acuerdes de mí.