Opinión

Manuel Ruíz Álvarez: A veinte años de tú ausencia

De solo retrotraer en mi memoria adolorida, hechos macabros acontecidos en aquel septiembre del año 2001, y especialmente lo acaecido los días 18 y 26 de ese mes y año; les confieso que esa fue una época invivible que no se la deseo a nadie.

Presumo que esos hechos macabros, son consecuencia del desarrollo del Pacto de Ralito suscrito por paramilitares, parapolíticos y por mucho de los llamados «gentes de bien», para refundar la república.

El 18 de septiembre del año en comento, es el crimen de mí siempre amado y recordado hermano Iván Garnica Díaz. Hace 20 años de ese crimen inexplicable. Mi madre de 93 años tiene en su habitación una foto suya, grande y enmarcada; y, sigue llorando su ausencia. Y, yo esquivo pensar en él, para que no me agobie la tristeza. Pero cuando entro a su habitación, es imposible no renovar mi congoja por el hermano ido.

Y, como para agrandar el pesar; a los 8 días del crimen de mi hermano, exactamente un desgraciado miércoles 26 del año en mención, es asesinado el educador, expresidente de ADEMACOR, Diputado a la Asamblea del departamento de Córdoba y hermano doctrinero: Manuel Ruiz Álvarez, «Maño» como afectuosamente le decíamos.

Pudieron haberlo asesinado el día anterior en Puerto Libertador donde había estado, pero no, lo hicieron frente a las instalaciones de ADEMACOR como para escarmentar, y como un tapaboca mortal.

Al velorio de mi hermano Iván llegó una noche Manuel; ignorando que estaba cerca su propio velorio. A los pocos minutos de él haber llegado, nos quedamos parados afuera de la calle y frente a la casa de mi hermano; casi que al instante pasó frente a nosotros una camioneta con vidrios polarizados que parecía estar pintada con barro de Valencia, de Tierralta, de Ralito. Parecía estar siguiéndole los pasos a Manuel. Era el presagio de la fatalidad cercana.

Ambos nos miramos y callamos por un momento: pero para mis adentros yo percibí en ese vehículo el guiño atemorizador de la muerte. Le dije a Manuel, no vengas más al velorio, yo tampoco voy a venir.

La muerte rondaba a «Maño»; así lo percibían sus amigos que al encontrarse con él y verlo solo, algunas veces, en una moto que nosotros la denominamos «la blindada», le decían: ¡Cuídate!, ¡cuídate! «Maño» nunca fue consciente del peligro que lo acechaba con especial esmero.

«Maño» decía que él no tenía por qué esconderse de nadie, ni cuidarse de nadie, ni huirle a nadie. Esa era su inocente y espontánea expresión de seguridad. Ese convencimiento engañoso era su verdadera seguridad, era su verdadera escolta; nunca aceptó tener seguridad física. Tenía el convencimiento de que nadie sería capaz de atentar contra él por qué el tampoco atentaba contra nadie.

No obstante, su escolta imaginaria fue burlada aproximadamente a las 12:10 del mediodía del 26 de septiembre de 2001. A esa fatídica hora, alias «Visaje», jefe de sicarios de Montería, con tranquila garantía, y la complicidad de una impunidad consentida, dispara varios proyectiles mortíferos contra un ser indefenso y desprevenido, y a lo mejor murió con una fugaz sorpresa nunca imaginada. Todo se consumó al parecer con la maestría y el plan criminal diseñado y ordenado por Mancuso y ejecutado por una de sus mesnadas criminales.

Mancuso en una audiencia reconoció su autoría en los asesinatos de mi hermano Iván y de Manuel. Asesinatos que es una de las tantas deudas que tiene con el Código Penal Colombiano.

Con el asesinato de Manuel de «Maño», cegaron sin piedad una invaluable existencia; lo hicieron con el calculado propósito de los autores intelectuales de este crimen. No se sabe si sería por haberse opuesto como Diputado a concederle unas facultades extraordinarias al gobernador de Córdoba de ese tiempo. Todos ellos, los crimínales son unos endriagos pululantes en una república de caníbales, donde la justicia es una utopía, donde la barbarie crece silvestre sobre la fertilidad de una descarada impunidad; y, donde los tribunales del crimen imponen su ley ante los tribunales institucionales. ¡QUE HORROR!

Ese fatídico 26 de septiembre del año en comento; » Maño» fue a punta de balas obligado a emprender prematuramente un viaje indeseado, un viaje sin regreso hacia el llamado «Más allá», » Más allá» que nadie sabe cómo es. Pero Manuel Ruiz, sigue vivo en el único lugar donde los muertos nunca mueren. Es en la memoria, el pensamiento y los recuerdos de quienes aún lo siguen amando y queriendo a pesar de sus veinte años de ausencia física.

Ese mes de septiembre de 2001, fue un mes desgraciado, sólo de acordarme de «esos tiempos, qué tiempos aquellos», me da pavor; también a Domingo Ayala, Eleazar Pérez, a Albín Anaya y a mí, la muere violenta nos estuvo rondando. Logramos burlarla si así se puede decir, y ojalá tengamos la dicha de morir de muere natural, que como van las cosas, es un privilegio en Colombia.

Hoy 26 de septiembre de 2021, son 20 años sin Manuel Ruiz Álvarez, sin «Maño». Son 20 años de Gloria Guerra sin su esposo; 20 años de Gloria Esther, María Victoria y Manuel Ernesto sin su padre; son 20 años de los demás familiares de Manuel sin él. Y, son 20 años de nosotros los de la misma colectividad política y sindical sin Manuel; añorando al líder sindical y político, de temperamento fuerte, franco y sincero; adornado por la capacidad de respeto y servicio. Para servir nunca estaba ocupado. Añoramos al líder de análisis lógico y juicioso, propio del matemático sereno y del pedagogo de carrera.

Maño te recordamos mucho y en nuestras tertulias hacemos chistes con tus anécdotas y retrotraemos tus enseñanzas y tu coraje. Nos has hecho mucha falta, hemos pasado por muchos momentos difíciles, pero aquí continuamos en la necedad sindical y política porque queremos una patria mejor, un mejor porvenir como tú lo querías, pero eso es un pecado político en Colombia pensar diferente; y, pensar diferente ha costado hasta la vida misma como la tuya. No obstante, continuamos labrando surcos de esperanza en otra nueva república, y lo hacemos sin temor porque hemos aprendido de mí siempre reiterada y nombrada líder de las primeras luchas campesinas del Sinú, Juana Julia Guzmán, cuando decía: «LOS COBARDES NO HACEN HISTORIA».

Rio Noticias

RÍO NOTICIAS es un medio de comunicación de la Costa Caribe colombiana. Informamos al instante y con veracidad todos los hechos de Montería y Córdoba.

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