Un insólito incidente ocurrido en Ashcroft, en el oeste de Canadá, derivó en un incendio forestal y un corte temporal de electricidad luego de que un pez, aparentemente soltado por un águila pescadora, impactara una línea de alta tensión. Según el reporte oficial del Departamento de Bomberos local, el animal fue hallado calcinado en el lugar del siniestro, ubicado a unos seis kilómetros del centro urbano. Las chispas generadas por el impacto del pez encendieron la vegetación seca, lo que motivó una rápida intervención de los servicios de emergencia, apoyados por ganaderos de la zona.
El fuego, que no dejó personas heridas ni daños materiales graves, fue controlado tras el uso de aproximadamente 18.000 litros de agua. Aunque el ave responsable no resultó lesionada, los bomberos señalaron que la causa del incendio se registró oficialmente como «objeto animal en contacto con infraestructura eléctrica», categoría que incluye casos atípicos como este. La distancia del lugar respecto al río más cercano, a tres kilómetros, confirmó que el pez no llegó al sitio por medios naturales, sino por acción del ave que lo dejó caer accidentalmente durante el vuelo.
Este curioso episodio, que generó reacciones virales en redes sociales, ha sido utilizado por las autoridades como recordatorio sobre los riesgos de incendios en zonas de vegetación seca, especialmente durante temporadas de altas temperaturas. La localidad de Ashcroft, ubicada en el interior semiárido de la provincia de Columbia Británica, es propensa a este tipo de emergencias estivales, aunque pocas veces provocadas por un suceso tan inusual como un pez volador que, al caer, puso a prueba la infraestructura eléctrica local.