El general en retiro del Ejército, Yuber Armando Aranguren Rodríguez, fue detenido para cumplir una condena de más de 40 meses de prisión por el delito de acoso sexual, ocurrido en 2018, cuando ejercía como comandante de la Brigada 27 de Selva en Mocoa, Putumayo.

La Corte de la Sala de Primera Instancia decidió denegarle el beneficio de la casa por cárcel, además, le impuso una multa de 849.58 salarios mínimos mensuales vigentes para el momento de los hechos, lo que equivale a una cifra cercana a los 663 millones de pesos colombianos (alrededor de $663,000,000).

La investigación judicial, llevada a cabo bajo la supervisión del magistrado Jorge Emilio Caldas, reveló detalles escalofriantes sobre el comportamiento del general retirado. Según los testimonios y pruebas presentadas, Aranguren Rodríguez acosó sexualmente a una subintendente de su unidad con el propósito de obtener favores sexuales. Para presionarla y someterla a sus deseos, el oficial convirtió a la víctima en objeto de burla en las formaciones militares, haciéndole comentarios inapropiados sobre su cuerpo y sus relaciones personales, con el fin de humillarla y hacerla sentir vulnerable ante él.

Este caso ha generado una fuerte conmoción dentro de las Fuerzas Armadas y en la sociedad en general, dado que involucra a un alto oficial en un abuso de poder tan grave. La condena también resalta la creciente necesidad de establecer mecanismos más eficaces dentro de las instituciones para prevenir y sancionar este tipo de comportamientos, que no solo violan los derechos de las víctimas, sino que también atentan contra los principios de respeto y dignidad que deben prevalecer en cualquier entorno laboral, especialmente en las fuerzas armadas.

El general retirado Aranguren Rodríguez, que en su momento ostentó un cargo de alto rango, ha quedado marcado por este escándalo, y su detención subraya el compromiso de la justicia colombiana por erradicar la impunidad en casos de acoso y abuso de poder.