Este 13 de noviembre, cientos de taxistas en Montería se unieron en una caravana de protesta para exigir acciones contundentes contra el transporte informal, el cual, aseguran, está afectando gravemente su sustento. La movilización inició en el estadio 18 de Junio y culminó frente a la Alcaldía de Montería, donde los manifestantes expresaron su descontento por la falta de controles efectivos por parte de las autoridades locales.

Los taxistas, organizados por la asociación Confedetaxis, señalaron que la proliferación del transporte informal ha provocado pérdidas económicas significativas en el sector. A diferencia de los conductores informales, los taxistas deben cumplir con una serie de costos operativos que incluyen la tarjeta de operación, seguros extracontractuales, SOAT, y el mantenimiento de los vehículos, lo que encarece su servicio y los pone en desventaja competitiva.

Juan Manuel Ballestas, vocero de los taxistas, anunció que interpondrán demandas contra la administración municipal por lo que consideran una negligencia en el control del transporte ilegal. «Vamos a denunciar públicamente al alcalde y exigiremos una reparación e indemnización para los conductores de taxi, quienes llevan años operando con pérdidas», afirmó Ballestas.

Por otro lado, Richard Robledo, presidente de Confedetaxis Montería, hizo un llamado a las autoridades para que intensifiquen los operativos contra la informalidad y mejoren la seguridad vial de la ciudad. Robledo manifestó su preocupación por el aumento de la accidentalidad, especialmente entre motociclistas, y pidió medidas para garantizar un entorno más seguro. «Nos preocupa la cantidad de accidentes en motos; queremos una Montería más segura para todos», expresó.

El gremio de taxistas asegura que la situación se ha agravado debido al reciente aumento en el precio de la gasolina, lo que ha incrementado sus costos de operación, dejándolos al borde de la quiebra. Además, criticaron los «pobres resultados» obtenidos hasta ahora por la Secretaría de Tránsito en la regulación del transporte informal, exigiendo mayor eficacia en las acciones de control.

En la protesta, los conductores exigieron a la alcaldía medidas inmediatas para asegurar la sostenibilidad del negocio y el cumplimiento estricto de las normas que regulan el transporte público en la ciudad. La caravana finalizó con un llamado a la unidad del gremio y la advertencia de que, si no se atienden sus demandas, seguirán realizando acciones de presión hasta obtener respuestas concretas de las autoridades.